Ciencia climática 101

La científica del clima Katharine Hayhoe explica los conceptos básicos del cambio climático para principiantes y aquellos que necesitan un repaso.

Si eres nuevo en el tema del clima o si eres un reportero veterano buscando refinar la forma en que le explicas el cambio climático al público, esta guía es para ti. Está adaptada del trabajo de la reconocida científica del clima y extraordinaria comunicadora, Katharine Hayhoe. Asegúrense de ver los videos donde Hayhoe explica sobre el clima, incluidos los de su serie “Global Weirding”, así como sus charlas TED y Tedx, artículos, preguntas y respuestas y su testimonio para el Congreso para obtener más información.

¿Cómo se distingue el calentamiento global del cambio climático?

El calentamiento global se refiere al período más reciente de la Tierra cuando las temperaturas promedio globales comenzaron a aumentar en el siglo XIX después de la Revolución Industrial. El término cambio climático abarca el calentamiento global, pero también se refiere a los cambios más amplios que están sucediendo en el planeta como resultado del calentamiento global, incluido el aumento del nivel del mar, el derretimiento de los glaciares, los aumentos en la frecuencia y/o intensidad de los eventos meteorológicos extremos como las olas de calor y los eventos de fuertes precipitaciones, y los cambios en los tiempos de floración de flores y plantas.

¿Cuál es la diferencia entre el tiempo y el clima?

El tiempo describe las condiciones en un lugar determinado a una hora determinada, como un día soleado o una ola de frío de una semana. El clima es el promedio del tiempo a largo plazo durante décadas. Piénsalo de esta manera: el tiempo es como tu estado de ánimo, y el clima es como tu personalidad. Por supuesto, incluso con el calentamiento global, todavía se producen días fríos. No te dejes engañar por políticos o expertos que señalan la nieve y el hielo en un intento de rechazar la realidad del calentamiento global. Un solo día frío, mes o incluso un año no contradicen los datos sólidos en escalas de tiempo climáticas que muestran que todo el planeta se está calentando.

Miren a la meteoróloga jefe de Climate Matters, Bernadette Woods Placky, ofrecer un resumen de la ciencia del clima en menos de 10 minutos.

¿Cómo sabemos que la Tierra se está calentando?

En los tiempos modernos, los científicos del clima rastrean la temperatura de la Tierra utilizando termómetros y otros instrumentos científicos en estaciones meteorológicas, boyas oceánicas y satélites. Hay miles de estas herramientas en todo el mundo que los científicos utilizan para calcular las temperaturas promedio globales.

Los científicos también usan “termómetros naturales” (anillos de árboles, núcleos de hielo, arrecifes de coral, estalactitas y sedimentos del lecho de un lago) para ver cómo ha cambiado la temperatura de la Tierra en el pasado lejano y cómo los cambios recientes en el clima son decisivamente diferentes de los cambios históricos y cíclicos.

A lo largo de la mayor parte de la historia humana, la temperatura promedio global de la Tierra fue aproximadamente tan estable como la del cuerpo humano. Subió y bajó de un año a otro y, a veces, hubo largos períodos cálidos o fríos en ciertas regiones, cómo el Período Cálido Medieval del Atlántico norte y la pequeña Edad de Hielo, por ejemplo. Pero estas variaciones fueron menores en comparación con lo que estamos viendo ahora.

Desde 1900, el planeta se ha calentado aproximadamente 1.1 grados Celsius o 1.9 grados Fahrenheit. Cada una de las últimas cinco décadas ha sido sucesivamente más cálida que la década anterior, y la Tierra ahora es más cálida que nunca en al menos 12 mil años. De hecho, a partir del 2022, los últimos siete años fueron los más calientes de la historia registrada. En pocas palabras, la Tierra tiene fiebre y está causando estragos en las cosas más importantes para nosotros: nuestra comida, agua, salud, seguridad, economía y más.

Si bien uno o dos grados más pueden no parecer como un gran calentamiento global, sabemos que incluso pequeños cambios en la temperatura promedio global pueden causar cambios importantes. Tal como están las cosas, vemos ejemplos de las consecuencias del calentamiento del planeta por todas partes: inundaciones monstruosas, incendios forestales desenfrenados y olas de calor más largas y mortales. Y, sin embargo, si no hacemos nada para resolver el cambio climático, se pronostica que el aumento de la temperatura global alcance de 2 a 4 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales para fines de este siglo, con desastres mucho peores que sin duda resultará en mucho caos.

¿Por qué está cambiando el clima?

El dióxido de carbono de origen natural, junto con el metano, el vapor de agua y otros gases, son los responsables de mantener temperaturas adecuadas para la vida en el planeta tal como lo conocemos. A medida que la energía del sol llega y calienta nuestro planeta, una capa de estos gases forma una especie de manto natural que retiene gran parte de ese calor en la atmósfera, manteniendo la Tierra mucho más cálida de lo que sería en su ausencia. Sin esta capa natural, la vida en la Tierra no sería posible.

Ahora bien, si esta capa es natural, ¿cuál es el problema? La cuestión radica en que, al extraer y quemar combustibles fósiles, estamos liberando cantidades excesivas de dióxido de carbono y otros gases a la atmósfera. Esto equivale a poner una segunda capa alrededor de nuestro planeta, la cual no es necesaria. Esta segunda capa retiene un exceso de calor, el cual, de otra manera, se disiparía en el espacio. A medida que inyectamos más dióxido de carbono en la atmósfera, esta segunda capa se vuelve más densa y, como resultado, la Tierra experimenta un aumento en su temperatura.

No es el sol, los ciclos naturales o los volcanes. Somos nosotros.

En el pasado, el clima de la Tierra ha cambiado debido a causas naturales, incluidas las fluctuaciones en la energía del Sol, las erupciones volcánicas masivas y sostenidas y los cambios en la órbita de la Tierra.

Los científicos han examinado causas como estas para ver si podrían estar detrás del actual fenómeno del calentamiento global, y la respuesta, inequívocamente, es no. De hecho, de acuerdo con factores naturales, la Tierra debería estar enfriándose muy gradualmente. En cambio, se está calentando rápidamente y las emisiones humanas de gases que atrapan el calor son las únicas culpables.

El uso de combustibles fósiles representa aproximadamente las tres cuartas partes de las emisiones de gases que atrapan el calor. La cuarta parte restante proviene de la deforestación: los bosques ayudan a almacenar carbono, pero lo liberan cuando se destruyen, la descomposición de los desechos y la agricultura.

¿Están de acuerdo los científicos en que el cambio climático es real?

¡El campo de la ciencia climática se extiende hasta hace casi 200 años! Durante más de 150 años, los científicos han sabido que la extracción de carbón y la quema de combustibles fósiles producen gases que atrapan el calor. Durante más de 120 años, han sido capaces de calcular cuánto se calentaría la Tierra si los humanos aumentan artificialmente los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera. Y han transcurrido más de 55 años desde que científicos estadounidenses advirtieron formalmente al presidente Lyndon B. Johnson sobre los peligros del cambio climático. Hoy en día, la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y las principales organizaciones científicas a nivel mundial, reconocen la realidad y los riesgos del cambio climático causado por los humanos. Como afirmó el renombrado científico climático Michael Mann en una entrevista en el programa “60 Minutes” en 2020, “El consenso científico sobre el cambio climático causado por los humanos es casi tan fuerte como el que existe sobre la gravedad”.

La confusión pública sobre la realidad del cambio climático ha sido en gran parte creada por intereses de la industria y por ideólogos para sembrar dudas y evitar la acción climática. Empresas petroleras y de gas, como Exxon, de hecho han pasado décadas llevando a cabo campañas para desinformar al público sobre el cambio climático.

¿Cuáles son los impactos del cambio climático?

Una de las formas más inmediatas en que el cambio climático afecta a las personas es a través de los fenómenos meteorológicos extremos. A medida que el planeta se calienta, el cambio climático está inclinando los dados del clima en nuestra contra, haciendo que los eventos climáticos adversos y catastróficos sean más probables y peores. Muchos de los efectos que los científicos predijeron durante mucho tiempo como resultado del cambio climático global están ocurriendo ahora, entre ellos:

  • Olas de calor intensas y prolongadas. Estas incluyen las que hemos visto en todo el mundo en los últimos años, desde Asia hasta Europa y América del Norte.
  • Eventos de precipitación más intensos. El aire más cálido retiene más vapor de agua, por lo que en la era del cambio climático, cuando se acerca un frente de tormenta, hay más humedad disponible para ser recogida y depositada en el suelo. Esto suele resultar en inundaciones masivas en tierra adentro.
  • Sequías más intensas. Mientras que algunas partes del mundo se vuelven más calientes y húmedas debido al cambio climático, otras se vuelven más cálidas y secas. En las regiones más secas, las temperaturas cálidas aumentan la evaporación, secando los suelos y fortaleciendo los sistemas de alta presión asociados con la sequía. Estos sistemas de alta presión, a su vez, pueden desviar las tormentas, dejando a estas regiones aún más carentes de lluvia.
  • Incendios forestales más grandes. En áreas propensas a incendios, como el oeste de Canadá y el este de Australia, los incendios están arrasando áreas mucho más extensas, debido a la gran cantidad de material inflamable que las condiciones secas pueden crear en áreas boscosas y cubiertas de pasto.
  • Huracanes, ciclones tropicales y tifones más intensos. Un planeta más cálido significa océanos más cálidos, que absorben más del 90% del calor adicional como resultado del cambio climático. A medida que las tormentas se forman y pasan sobre aguas más cálidas, absorben más calor y vapor de agua, lo que las hacen más fuertes y aumenta el daño que causan al tocar tierra.

A través de la atribución de eventos extremos, los científicos pueden determinar en qué medida el cambio climático contribuyó a un evento dado. Las devastadoras inundaciones en Pakistán en 2022, por ejemplo, se hicieron hasta un 50% peores debido al cambio climático. El huracán Ian, que azotó a Florida en 2022, empeoró al menos un 10%. Y la ola de calor de 2020 que llevó a un aumento récord de incendios forestales en el Ártico siberiano en el mismo año, fue al menos 600 veces más probable debido al cambio climático. Es importante destacar que no todos los fenómenos climáticos extremos son resultado del cambio climático, pero los datos son claros y consistentes en que el cambio climático está provocando más tormentas y tormentas más intensas.

¿Por qué debería importarnos?

La civilización humana —nuestras ciudades, nuestra infraestructura, nuestra agricultura y cómo repartimos nuestra agua, energía, alimentos y otros recursos— se desarrolló durante una época de relativa estabilidad climática. Los cambios que nuestro clima está experimentando actualmente son más rápidos y diferentes a todo lo que la humanidad haya vivido. Y no estamos preparados.

Si no se controla, el cambio climático se producirá a costa de enormes cantidades de muertes y destrucción, escasez generalizada de alimentos y agua y todas las formas de malestar mundial. No importa dónde vivamos, seremos afectados por la catástrofe climática, pero, de manera crucial, algunos soportarán una carga mucho peor que otros. Mundialmente, debido a la explotación y la desigualdad sistémicas, el cambio climático hiere primero y peor a los grupos indígenas, las comunidades de color y los pobres. Irónicamente, estas son invariablemente las personas cuyos estilos de vida bajos en carbono contribuyen menos a la emergencia climática. Según Oxfam America, el 10% de la población más rica del mundo produce más de la mitad de las emisiones de carbono del mundo, mientras que la mitad de los más pobres son responsables de sólo el siete por ciento de las emisiones. El mismo patrón se refleja en el escenario mundial: los países menos desarrollados con bajas emisiones de carbono están sufriendo efectos climáticos mucho peores que las naciones ricas consumidoras de petróleo y gas.

En 2019, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas advirtió que una de las principales amenazas que el cambio climático representa para la humanidad es la inseguridad alimentaria, especialmente en el Sur Global, donde las personas dependen de la agricultura a pequeña escala, que es más vulnerable a sequías, inundaciones y otras formas de clima extremo. La Organización Mundial de la Salud estima que entre 2030 y 2050, el cambio climático, si no se controla, causará “aproximadamente 250 mil muertes adicionales por año, por desnutrición, malaria, diarrea y estrés por calor”.

La carga financiera de un clima cambiante también es enorme. En los últimos años, los eventos climáticos extremos en los Estados Unidos le han costado al país más de $100 mil millones al año.

¿Es demasiado tarde para cambiar de rumbo?

¡Si y no! Comencemos con las malas noticias: incluso si tuviéramos un interruptor mágico hoy mismo para reducir todo el uso de combustibles fósiles, aún veríamos un calentamiento continuo, y los consiguientes impactos climáticos, de las emisiones de carbono que ya le hemos inyectado a la atmósfera.

La buena noticia es que PODEMOS cambiar, y cuanto antes lo hagamos, más consecuencias podremos evitar. Específicamente, cuanto antes reemplacemos la energía de combustibles fósiles tradicional (y sucia) con fuentes más limpias y renovables, especialmente eólica y solar, con el tiempo veremos menos aumento de temperatura y menos desastres.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Cualquier forma de acción climática significativa necesariamente incluirá cambios importantes por parte de los gobiernos y las industrias. Pero eso no significa que nosotros, como individuos, no podamos hacer nuestra parte para ayudar. De hecho, una de las cosas más importantes que pueden hacer las personas es hablar sobre el cambio climático y cómo nos afectará. Según el Programa de Comunicación sobre el Cambio Climático de Yale, en 2021, solo alrededor de un tercio de los estadounidenses dijeron que escuchaban sobre el cambio climático ocasionalmente o que lo escuchaban en la prensa al menos una vez a la semana. Solo un tercio de las personas en los Estados Unidos escucha a alguien hablar sobre el cambio climático, incluso ocasionalmente. Sin embargo, casi cuatro quintas partes de los estadounidenses están interesados en saber más sobre el cambio climático. Esa es una gran brecha entre lo que la gente quiere y lo que obtiene, y para las salas de redacción es una gran oportunidad.

Es importante destacar que hablar sobre el cambio climático no significa sólo hablar sobre el problema. La humanidad tiene las herramientas para hacer mucho sobre el cambio climático en este momento, si así lo decidiéramos. Y las soluciones que elegimos no solo pueden sonar bien escrito en papel, sino que deben cuadrar con la ciencia del cambio climático.

En general, necesitamos soluciones climáticas que:

  • Generen energía de fuentes limpias. Los combustibles fósiles han ayudado a nuestras sociedades a lograr un gran progreso, pero nos avanza mientras nos pone en peligro. Cualquier solución a la crisis climática incluye fuentes de energía que no produzcan dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor.
  • Reduzcan las emisiones de gases que atrapan el calor. Además de las industrias manufactureras y energéticas, esto incluye otros sectores, como la agricultura y el transporte.
  • Utilicen los recursos de manera más eficiente. Un estudio en 2019 estimó que Estados Unidos podría reducir sus emisiones de carbono a la mitad solo con eficiencia. Por ejemplo, un tercio de todos los alimentos producidos en todo el mundo, a un costo que no es pequeño en recursos energéticos e hídricos, se desperdician. Y se estima que el uso combinado de energía de los dispositivos siempre encendidos pero inactivos en los Estados Unidos, como las computadoras que se dejan enchufadas por la noche, equivale al de 50 grandes plantas de energía y les cuesta a los hogares $19 mil millones cada año.
  • Saquen el dióxido de carbono que hemos emitido fuera de la atmósfera. Guardarlo en el suelo, donde puede ayudar a restaurar la tierra dañada o convertirlo en combustible, piedra y otros productos útiles.

Para obtener una lista completa de soluciones climáticas viables, consulten la Biblioteca de Soluciones de Project Drawdown. Y recuerden que las mejores soluciones climáticas a menudo resuelven otros problemas al mismo tiempo, especialmente cuando se trata de injusticia e inequidad.

Finalmente, no hay duda que se necesitan soluciones en todos los niveles de la sociedad. Esto incluye:

  • Mundial y nacional. Los compromisos recientes de grandes países contaminantes y empresas multinacionales para lograr emisiones “netas cero”, lo que significa que las emisiones de gases de efecto invernadero se equilibran o compensan con una cantidad igual de carbono eliminado de la atmósfera, son un comienzo. Si estas entidades cumplen o no, es otra historia (una que los periodistas de todas partes pueden esforzarse para contar).
  • Soluciones regionales y locales. Muchos estados, provincias y ciudades han sido pioneros en soluciones climáticas, mientras que los líderes nacionales se han quedado atrás en el tema del clima. Examinar las soluciones que han implementado, cómo han funcionado o no, y quién se ha beneficiado de esas soluciones puede ofrecer información sobre lo que podría funcionar en otros lugares.
  • Soluciones personales y de estilo de vida. Todos pueden hacer su parte, reflexionando sobre las huellas de carbono de cómo comen, cómo compran, su modo de transporte y mucho más.

La conclusión es que el cambio climático afecta a todos. Está aquí ahora, y los impactos solo se volverán más serios con el tiempo. Sin embargo, el futuro está en nuestras manos y tenemos una oportunidad fugaz que no podemos dejar pasar para cambiar las cosas.

Nota: Esta guía se publicó por primera vez el 28 de marzo de 2021.